Tengo una gatita
cachorra y atigrada,
anda a la caza todo el día,
rompe y rasga,
con eficacia maestría,
lo suyo es saltar como canguro,
la quiero y la odio,
te lo juro.
A veces ronronea a mi vera,
me hace sentir querida,
como si sin mí no viviera,
es rápida cual centella,
exploradora y traicionera.
Me ha robado el corazón
sin permiso ni razón,
entre mimos y arañazos,
me tiene molidos los brazos.
Julia.
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